Con Políglotas asistimos a la danza de un conjunto de libros, libros que se mueven por un espacio indeterminado con un ritmo no anunciado pero elegante y grácil, mientras oímos el rumor de distintas lenguas entremezcladas que acaban siendo ininteligibles, aunque crean un murmullo agradable y armonioso para nuestros oídos. Estos libros de colores variados son distintos aromas que se combinan entre ellos de mil formas posibles para crear fragancias nunca antes imaginadas. Este movimiento nos remite a la volatilidad de los olores por su ligereza, pero al mismo tiempo su presencia constante en todo lo que nos rodea. Así como los libros guardan la esencia del saber, los aromas encierran la esencia del cosmos. También los libros nos remiten a un universo de recuerdos, vividos e imaginados, como los olores nos transportan a momentos del pasado, a la infancia, al origen. Alicia Martín