En realidad, el olor es una parte muy interesante de nuestro entendimiento cognitivo y perceptivo de la vida. Es maravilloso como un olor puede elevar nuestros sentidos de una experiencia a otra.

Yo también solía tener un muy buen sentido del olfato. Hace unos años padecí un severo resfriado y desde entonces, desafortunadamente, mi sentido del olfato no ha vuelto a ser el mismo. No obstante, seguiría diciendo que “Out of Scene” me recuerda el olor del soplo de una lluvia de invierno temprano, una lluvia que enrojece la nariz y hace que uno pase de la sensación de la temperatura húmeda del propio cuerpo al aire húmedo de una ciudad sin polvo; es también el olor que contiene el acero y se hace eco de las hojas mojadas y amarillentas caídas de los árboles en otoño. El olor se mueve con el drama de una tempestad de lluvia, fresca, intensa y prometedora, sin embargo es un olor que lleva el recuerdo del tiempo que va transcurriendo.

Ann Lislegaard