Pocas veces se asocia el sentido del olfato a las artes plásticas, que siempre han privilegiado la vista y el tacto. El olor de una obra plástica es tan real como cualquier otra cualidad. En este caso, Construcción IV trata de reproducir la estructura de un arbusto cuyas ramas crecen siguiendo un patrón abstracto que exhala el aroma del taller en las primeras horas de la mañana, olor a madera, a barniz, a trementina…

Carlos Pascual