Claus GOEDICKE
VIII 13
DIMENSIONES: 87 x 106 cm
TÉCNICA: c-print diasec
EDICIÓN: 1/5
Bueno, para ser sincero, nunca se me ha ocurrido pensar en las fotografías como algo que uno pueda oler y si nunca lo he hecho probablemente sea porque nunca he concebido las imágenes como algo que uno pueda comer.
En mi caso, la conexión entre la nariz y la boca es una autopista amplia y despejada, el camino que une los ojos a la boca también, e incluso tengo una cómoda carretera entre los ojos y el oído, pero el sendero que sube desde la nariz hasta los ojos acaba abruptamente en medio de la maleza.
Pero no es que no haya olores en mi trabajo. La cuestión es que sólo los percibo en el proceso del trabajo, y no en la propia imagen fotográfica.
¡Por ejemplo! Mientras estoy limpiando los envases hay toda una serie de observaciones que mi nariz tiene que soportar.
Los fuertes perfumes de los cosméticos, la mera variedad de los lavavajillas, el penetrante aroma de los productos de limpieza, el etéreo olor de las soluciones médicas, el aroma de gasolina al enjuagar los botes de aceite de motor, la brusca evaporación, nociva para el cerebro, de las disoluciones necesarias para arrancar las etiquetas y los adhesivos y, después de todo, el pegajoso ambiente del cuarto oscuro.
Quizá pueda hallarse en este breve fragmento una segunda explicación del por qué nunca he intentado atribuir olores a mis obras.
Quizá debería intentarlo.
Claus Goedicke
Exposiciones
Enero - Mayo 2018- eléctrico y lejano. Fotografía contemporánea colección olorVISUAL