“…son numerosas y muy hermosas las cosas que hemos encontrado en estas tumbas… Había una urna toda de oro, y dentro aún había una caja de madera pequeña con algo del tamaño de un pomelo, y el soldado que la abrió dijo que olía a agua de mar, algas y crustáceos muertos…”

(Traducción de Konrad Theodor Preuss, director del departamento de Antropología Forense del Instituto Max Uhle de Arqueología de Tubinga).