Víctor MIRA
pondus naturae
DIMENSIONES: 99 x 98 cm.
TÉCNICA: mixta sobre madera
Tierra feliz en el respirar de su carne, y de sus huesos, de la que resucitan las flores como la poesía de las palabras.
El corazón de la tierra huele a todos los olores como pulpa de hombres y mujeres, como gorjeo feliz, como llanto, como preñez.
La nariz percibe el latido longevo de la tierra como aventura fraterna, como camino y como visión.
Olerme, dice la tierra, pues yo soy el acantilado, la playa, la sierra, la huerta, la ciudad. Soy la flexibilidad, la locura, el descontento, lo invisible, la obediencia, soy lo dormido, lo enterrado, el vigor, el deleite, soy la tierra.
Sí, yo soy la tierra, yo soy tú, te represento a ti, te constituyo, huelo a tu inmediatez, a tu jeroglífico. Soy tu olor interminable, perfecto, asombroso que viniendo a través de la profundidad de los siglos, se alza hasta las caprichosas estrellas que en la libertad de la noche se reflejan furtivas en las demócratas flores.
Víctor Mira
Breitbrunn, junio 2002