Expresar olores, sensaciones que a uno le trasladen a lugares de felicidad, no es fácil, y si además, en este paquete de sensaciones hay que contar con estos olores, la cosa se complica. El olor es una sensación que se relaciona directamente con una cosa determinada. El olor hace que nuestra memoria quede afectada por éste o aquel. Un olor llega a tener personalidad propia, es un olor de…
Todo esto que parece que me lo estuviera contando a mí mismo, espero que me pueda servir para poder reflejar los atractivos recuerdos del Engadin suizo. Estos fueron culpables de una de mis últimas obsesiones, volver a Sils cuando puedo. Llevo seis años pasando durante el verano una temporada en el pequeño pueblo de Sils Maria.
Por otro lado, ¿Cómo podría transmitir estas emociones a los demás a través de mis esculturas o mis papeles? ¿El arte puede expresar olor? ¿El color es una forma de sentir el olor?
Hay veces que la memoria nos lleva por medio de un olor a un lugar donde nos sentimos felices. Dudo que se puedan recordar con asiduidad los malos olores, ya que el ser humano tiene esa particularidad selectiva que les permite recordar lo bueno y olvidar con facilidad voluntaria lo malo. Sils está llena de buenos recuerdos, de buenos olores.
Mi carácter es más bien optimista, me gusta la belleza, me gusta recordar. Recordar Sils es recordar el aire fresco y limpio de la mañana, sus lagos, la madera interior de sus casas, el olor que se convierte en perfume. ¿Se puede envolver todo eso y llevárselo? No creo que ser fácil, lo habría hecho ya si pudiera.
Puede ser que los olores no expresen mucho más que lo que nosotros recordamos y, aún diría más, es posible que deseemos volver porque recordamos ese olor. Si es así, gracias, muchas gracias señor de los olores.

Andreu Alfaro