Jane HAMMOND
the lily and the leopard
DIMENSIONES: 85 x 75 cm.
TÉCNICA: mixta sobre papel
El lirio y el leopardo
El verdadero tema de este dibujo no son los lirios ni los leopardos, sino más bien la experiencia consciente, es decir lo que experimenta el ser que habita en el interior de una mente humana, con sus pensamientos y sus sensaciones: una experiencia que va y viene, rebotando de una cosa a la otra, descubriendo afinidades, rimas, consonancias, paralelos y semejanzas, para luego hacer un salto que la lleva muy lejos.
Incluso cuando la mente salta de una cosa a la otra aparentemente desprovista de toda relación con la primera, sospecho que existe una consonacia, algún nexo que explica el por qué de ese salto, y no otro. A menudo, por ejemplo, son sonidos u olores los que estimulan el cerbro, como pueden hacerlo pensamientos o ideas. Los olores, en especial, parecen tener una vinculación profunda con la memoria y los procesos de asociación. Los lirios se hallan entre las flores más perfumadas y, así, este lirio de honda garganta viene a ser una metáfora de la interiorización de los olores y su relación con las conexiones mentales. La investigación moderna sobre el cerebro demuestra que la expresión «libre asociación de ideas», usada por los surrealistas, podría ser un tanto obsoleta; que hay, en realidad, algo que desencadena la asociación.
Hay una profusión de imágenes y datos en el mundo exterior, cierto, pero no más que los que existen en nuestro mundo mental interior (1). Y sus conexiones son parecidas.
Por ejemplo, las manchas del leopardo se asemejan a las manchas del lirio, y ambos viven pro el olfato.
Los estambres y los sépalos se elevan desde el interior de la flor al igual que al mujer y el leopardo surgen de dentro el cubo.
Un poco como el oso se mantiene suspendido sobre la pirámide.
La cinta oscila lánguidamente a la izquierda al igual que el cable que une la campana con el clavo yace lánguidamente a la derecha.
La cinta azul se conecta con el lirio, que conecta con el leopardo, el cual conecta con la mujer, y ésta con el cubo, luego el cable, el clavo, la pila y la campana.
Me refiero a conexiones físicas, como las de un circuito eléctrico casero, pero así veo también la concatenación de asociaciones que se producen en el cerebro. Es como una especie de organigrama de imágenes, un diagrama de pensamientos y sensaciones.
Desdibujado, en un segundo plano a la derecha, aparece el artista observando el dibujo desde atrás.
Al tiempo que contemplamos estas imágnes y hacemos conjeturas acerca de lo que las une entre sí, vemos surgir ante la consciencia la ristra de nuestras propias asociaciones. Diría que tenemos una conciencia más aguda de los mecanismos que rigen nuestra visión, pensamiento y percepción.
Jane Hammond, 21 de Enero de 2003
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(1) N d T: traducción libre. La autora dice literalmente:
Existe una profusión de imágenes e información, es cierto, pero no más que la que hay en el mundo (que vemos) al asomarnos a la ventana, ni más que la que existe en nuestro mundo mental interior.
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Enero - Febrero 2006- esencias11